miércoles, 16 de julio de 2014

Algo a cuenta


Tu mirada fue paloma,

yo fui llanto infantil.

Alguien pagará,

quizás el río,

quizás mi cama.

Sentado al umbral

de tu inocencia,

que una vez brilló

y se nutrió de mi.

Todo es verde,

y siempre es medianoche.

Porque lejano es palabra,

y desgracia es poema.

 

Diego Romero

NUNCA SERE UN POETA


Son golpes de tambores,
sueños que galopan
cuando alguien se despierta.
Todo fue pintado
en ocre, azul y trastorno.
Algo alude a un relato,
o baguyo guaraní.
Y los riñones,
vampiros impacientes,
sólo buscan la gloria.
Esa del cuartel,
la de sentir frío en verano.
Entonces fui derrotado
al mirar mi biblioteca.
Nunca seré un poeta.
Nunca.
 
Diego Romero

lunes, 14 de julio de 2014

Alicia


Bajo la silla nos escondimos

de un lisérgico huracán.

La soga nos rodeaba el cuello

y esperamos el momento.

Plagado de infiernos

hay un laberinto con salida.

Esta Judas empalado

con resoplos de agonía.

Deja que te mate.

Un sabio, un demente,

y una sirena despiadada.

Ridículos trovadores me devoran

como lava hambrienta.

Desfilan erecciones.

No quiero esto

cuando empiece el tiroteo.

 

Diego Romero

miércoles, 2 de julio de 2014

Ocaso


Ya no queda comida,

solo un disco cansado.

¿Que es la pasión

cuando se ausentan los dientes?

El final del guión,

refugiarse en un dios nocivo.

Avidez de una prórroga,

atesorar trayectos.

La púa pincha a Gardel,

en "Lejana tierra mía".

Todo suave,

todo débil.

Que deje de doler,

por favor que ya deje de hacerlo.

 

Diego Romero

lunes, 23 de junio de 2014

Los lagartos porteños


Al rescoldo de la chimenea

gemían fuerte los lagartos.

Eran longevos,

venían de San Telmo.

Fumaban triunfos

y se alimentaban

de sus propias pesadillas.

 

Todos cayeron en desgracia.

 

Irrumpió una letra de Discépolo

y se reincorporaron.

Cada uno tomo un vidrio

y rasgó su vientre

sonámbulo y desordenado.

Esa velada fue el llanto

de un pozo con sed. 
 
 
 
Diego Romero


martes, 17 de junio de 2014

Equilibrio


Un pabellón psiquiátrico,
una medallita de plata.
Andrajoso y desdentado
lo recuerdan  garrotazos.
Naufraga en la tos
y olvida el alfabeto.
Mordiendo mendrugos
bajo el techo con manchas.
Ella no está,
no pudo venir.
¿Dónde está el equilibrio? 

 


Diego Romero

Burbujas de lágrimas




Fuimos meses tristes,
de sauces que lloraron
sin pedir ayuda.
Cómplices de lo trágico,
muertos de antemano,
una tela que se pega a la herida.
Angustia del ocaso,
colores que se apagan
lavados por la lluvia.
Aun así deje mi vida
en cada verso.

 

Diego Romero