Tu mirada fue paloma,
yo fui llanto infantil.
Alguien pagará,
quizás el río,
quizás mi cama.
Sentado al umbral
de tu inocencia,
que una vez brilló
y se nutrió de mi.
Todo es verde,
y siempre es medianoche.
Porque lejano es palabra,
y desgracia es poema.
Diego Romero
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