lunes, 16 de junio de 2014

Tres tristes poemitas.

Inocencia

El ajuar manchado,
muerto de silencio
esperó el abandono
de un cuento infantil.



De trasnoche


Los cigarrillos se apilaban,
parecían cadáveres
de la segunda guerra.



Inmortalidad

Hola, soy la juventud,
una ramera de los espejos.


Diego Romero

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